La Asertividad como Elemento Indispensable para el Crecimiento de una Organización

   

       por María Gabriela Chalbaud

     La asertividad es un constructo relativamente nuevo en el área de la psicología, el cual conjuga por una parte; las necesidades, pensamientos y creencias del individuo y por otra el respeto hacia  todos quienes conforman su entorno, es decir, tiene que ver con lo individual y lo colectivo y busca ante todo generar satisfacción y armonía. 

     En el enfoque cognitivo, el comportamiento asertivo consiste en expresar lo que se cree, se siente y se desea de forma directa y honesta, haciendo valer los propios derechos y respetando los derechos de los demás, Flores (1994).  Bajo esta visión debería ser bien visto el que un individuo pueda decir cuando no se siente bien con algo, o manifestar su descontento con una situación de abuso o injusticia, pero ¿realmente esto es así?, muchas veces vemos como este tipo de comportamientos son socialmente rechazados por el entorno, ya que aun en algunas organizaciones se tiene como costumbre el modelo del trabajador sumiso, dependiente, obediente, callado, y cuando hay una persona que expresa sus ideas, propone nuevas formas de hacer las cosas y muestra sus habilidades hasta sus mismos compañeros lo rechazan.


    La asertividad es vista y trabajada como una habilidad personal, donde el individuo desarrolla competencias que le permiten expresar sus ideas, defender sus opiniones, pensamientos y derechos siempre tomando en cuanta elementos tan importante como el tono de voz, el momento oportuno y el ambiente idóneo para que también se respete  el derecho de los otros y no se nieguen ni desconsideren los sentimientos y opiniones de los demás, nada fácil ¿verdad?; vemos como esta conducta se limita por la pasividad en un lado y la agresividad por otro, siendo la conducta asertiva el punto medio; por lo que es muy difícil ser asertivos en todo momento, más bien lo ideal es conocer las características de la asertividad y continuamente irse entrenando para adquirir esta competencia que ayudará mucho en el desempeño personal en cualquier ambiente donde nos desenvolvamos.

      Las  personas que hacen  vida en distintos ambientes y ejercen diversos roles pueden desempeñar en un día el rol de pareja, el rol de madre o padre, el rol de hijo o hija, el rol de trabajadores y en todos estos la asertividad podría ayudar a sentirnos mejor y a convivir armónicamente con nuestro entorno. Sin embargo en el ambiente laboral cobra especial importancia,  pues diariamente debemos resolver distintas limitaciones que se van presentando y que pueden eventualmente ponernos ansiosos e irritables, es aquí cuando este entrenamiento debe ponerse de manifiesto para que seamos capaces de tomarnos unos minutos y distanciarnos de la situación para pensar cual debe ser nuestra forma de actuar. Muchas veces la capacidad de observarnos y analizar nuestra conducta es una gran virtud que  nos permitirá controlar nuestros impulsos y ser respetuosos con quienes comparten con nosotros.

     Pick y Vargas (1990), afirman que para ser asertivos es necesario aceptarse y valorarse, respetar a los demás, permanecer firmes en las opiniones propias y comunicar con claridad y directamente. Así pues, vemos como la autoestima y seguridad personal son piedras angulares al momento de practicar la asertividad, cuánto más nos conozcamos, nos valoremos y respetemos podremos en esa medida mostrar un comportamiento respetuoso con nuestras creencias y valores, pero también con las creencias y valores de los demás.

     En relación con las organizaciones, estas son definidas como un grupo social compuesto por personas, tareas y administración que forman una estructura sistemática de relaciones de interacción, tendientes a producir bienes o servicios o normativas para satisfacer las necesidades de una comunidad dentro de un entorno, y así poder lograr el propósito distintivo que es su misión, por esto en las organizaciones nos encontramos con distintos tipos de personas, que, por supuesto vienen de hogares diferentes y tienen modos muy particulares de ver la vida y de entender la realidad, eso hace que sea sumamente complejo  llegar a acuerdos, por lo que cultivar el respeto hacia el otro y la asertividad se hace muy importante para lograr avanzar en los objetivos propuestos y crecer tanto individual y colectivamente.

     En la actualidad, la dinámica de vida es cada vez más acelerada, esto hace que sea una responsabilidad personal trabajar en nuestras competencias emocionales y conductuales, para poder fortalecernos y contribuir activamente con nuestro entorno, en este sentido el acceder a lecturas formativas sobre nuestro manejo emocional, tener la oportunidad de participar en talleres y charlas que aborden estos temas, siempre será un elemento adicional para mejorar a diario nuestro trato con otras personas, lo cual tendrá consecuencias positivas en todo nuestro entorno y en especial  en nuestro ambiente laboral.

    La invitación es a considerar una autoevaluación personal periódica, donde podamos detectar como nos sentimos y como actuamos en los diferentes ambientes donde hacemos vida y detectar las debilidades que tenemos, de manera pues de trabajarlas continuamente para ser mejores personas cada día. Así mismo las organizaciones también deben comprometerse a proporcionar a sus integrantes herramientas que los ayuden a superar sus debilidades, lo que contribuirá efectivamente con el crecimiento y fortalecimiento de la organización a la que pertenecen.

Referencias

Flores, M. Asertividad, Conceptualización, Medición y su Relación con Otras Variables. Tesis Doctoral en Psicología. México: Universidad Nacional Autónoma de México. 

Pick,W y Vargas,T (1990). Yo Adolescente: Respuestas Claras a mis Grandes Dudas. México: IMIFAT/Limusa.

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