LA INVESTIGACIÓN CAMBIA EL MUNDO


Tomado del libro
Metodología de la investigación
de Roberto Hernández, Carlos Fernández y Pilar Baptista.



Como una semilla sembrada en un campo y da vida a una planta, una idea comienzo de una investigación. La planta nos da alimentos o sombra, la idea de investigación podría encaminarnos a estudios ulteriores que solucionen un determinado problema, hallar la cura para una enfermedad, inventar instrumentos, máquinas, entre otros, que cambien el destino de la humanidad. 
La investigación es inherente al ser humano. Lo hacemos desde pequeños. “¿O alguien no ha visto a un bebé tratando de averiguar de dónde proviene un sonido?”, se preguntan Roberto Hernández Sapieri, Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Lucio en su libro Metodología de la investigación, que pone a nuestro alcance un mundo insospechado por descubrir, analizar y aprender. Expresan de manera categórica que todos los seres humanos hacemos investigación frecuentemente. Para que no queden dudas ponen estos ejemplos:

Cuando nos atrae una persona que conocimos, tratamos de investigar si le podemos resultar atractivos.
Cuando un amigo o amiga está enojado (a) con nosotros, buscamos examinar cuáles son las razones que motivaron esta situación.
Cuando nos interesa un personaje histórico, indagamos cómo vivió y murió.
Cuando buscamos empleo, investigamos quién ofrece trabajo y en qué condiciones.
Cuando nos agrada un platillo, nos interesa conocer la receta, Sin embargo, pasando a otras áreas y ocupaciones, los autores afirman que hoy no es posible concebir a una amplia gama de trabajos sin aludir a la investigación. 
¿Nos podemos imaginar a un gerente de mercadotécnica en cuya área no se efectúe investigación de mercados? ¿Cómo sabrían sus ejecutivos lo que sus clientes quieren?, ¿Cómo conocerían su posición en el mercado? 
Investigan por lo menos para saber sus niveles de ventas y participación en el mercado. Luego se preguntan: 
¿Acaso nos podemos figurar a un ingeniero civil que pretenda construir un edificio, un puente o una casa sin que lleve a cabo un estudio de suelo? 
Simplemente, deberá hacer una pequeña investigación de lo que quiere la persona que le encarga la obra. 
¿Podemos concebir a un médico cirujano que no ejecute un diagnóstico preciso de su paciente previo a la operación? 
¿A un candidato para un puesto de elección popular que no realice encuestas de opinión para saber cómo lo favorece el voto y qué opina la gente de él? 
¿A un contador que no busque y analice las nuevas reformas fiscales? 
¿A un biólogo que no haga estudios de laboratorio? 
¿A un criminólogo que no investigue la escena del crimen? 
¿A un periodista que no haga lo mismo con sus fuentes de información? 

En consecuencia, la investigación es muy útil para distintos fines: crear nuevos sistemas y productos; resolver problemas económicos y sociales; ubicar mercados, diseñar soluciones
y hasta evaluar si hemos hecho algo correctamente o no. 
Incluso, para abrir un pequeño negocio familiar es conveniente usarla. Los autores de Metodología de la investigación hacen hincapié en que aprender investigación es más fácil de lo que pudiera creerse. “Es como empezar a utilizar la computadora y navegar en Internet. Basta conocer ciertas cuestiones”. 
Enfatizan que tanto la investigación cuantitativa, como la cualitativa y la mixta han proporcionado aportes trascendentales al conocimiento generado en las diferentes ciencias y disciplinas. “Privilegiamos el empleo de las tres formas de realizar investigación científica, siempre y cuando se conduzcan de manera ética, legal y con respeto a los derechos humanos de los participantes y los usuarios o lectores. 

El investigador debe proceder con honestidad, al procurar compartir sus conocimientos y resultados, así como buscar siempre la verdad. Mitos Sobre la Investigación Científica Metodología de la investigación, un volumen de más de 600 páginas, dividido en 17 capítulos, cuadros e ilustraciones, desbarata dos mitos sobre la investigación.

Primer mito: la investigación es sumamente complicada y difícil. “Durante años, algunas personas han dicho que la investigación es muy complicada, difícil, exclusiva para personas de edad avanzada, lentes (…), propia de “mentes privilegiadas”; incluso, un asunto de “genios”. Sin embargo, puntualizan, la investigación no es nada de esto. La verdad es que no resulta tan intrincada ni difícil. Cualquier ser humano puede hacer investigación y realizarla correctamente, si aplica el proceso de investigación correspondiente. Lo que se quiere es conocer dichos procesos y sus herramientas fundamentales”.
Segundo mito: la investigación no está vinculada al mundo cotidiano, a la realidad. “Hay estudiantes que piensan que la investigación científica es algo que no tiene relación con la realidad cotidiana. Otros estudiantes consideran que es “algo” que solamente se acostumbra hacer en centros muy especializados e institutos con nombres largos y complicados. En primer lugar, es necesario recordar que la mayor parte de los inventos en el mundo, de una u otra forma, son producto de la investigación. Creaciones que, desde luego, tienen que ver con nuestra vida diaria: desde el proyector de cine, el nailon, el marcapasos, la aspiradora, el motor de combustión, el teléfono celular o móvil y el CD; hasta medicamentos, vacunas, cohetes, juguetes de todo tipo y prendas de vestir que utilizamos cotidianamente”.

¿Por qué Investigar?

Hernández, Fernández y Baptista lanzan esta advertencia a los estudiantes: “En estos tiempos de globalización, un egresado o egresada que no tenga conocimientos de investigación, se encontrará en desventaja frente a otros (as) colegas (de su misma institución y de otras universidades o equivalentes en todo el mundo), ya que cada vez más las instituciones educativas buscan diferenciar a sus alumnos del resto y por ello hacen un mayor énfasis en la investigación (con el fin de formar mejor a sus estudiantes y prepararlos para ser más competitivos, además de obtener acreditaciones y vincularse con otras universidades e institutos). No saber respecto a los métodos de investigación implicará relegarse”. Este libro de fácil lectura aborda los tres enfoques de la investigación científica, vistos como procesos: el cuantitativo, el cualitativo y los métodos mixtos. Está estructurado en cuatro partes y cada una de ellas con sus capítulos correspondientes. Primera parte: Los enfoques cuantitativo y cualitativo en la investigación científica; Segunda: El proceso de la investigación cuantitativa; Tercera: El proceso de la investigación cualitativa; y Cuarta: Los procesos mixtos de investigación. Cada capítulo contiene el esquema del proceso que se está estudiando, los objetivos de aprendizaje, mapas conceptuales, resúmenes, glosarios y ejercicios. 
Finaliza con la sección “Los investigadores opinan”, donde se muestran puntos de vista de académicos acerca de la investigación científica. Con este volumen, editado por McGraw-Hill, Metodología de la investigación que ya tiene varias ediciones constituye una herramienta fundamental en la travesía de cualquier persona para alcanzar una sólida formación profesional y académica, y al mismo tiempo, una invitación para que se anime a transitar por esta subyugante tarea del saber humano.


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https://goo.gl/RoR4yg


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