La
asertividad es un constructo relativamente nuevo en el área de la psicología,
el cual conjuga por una parte; las necesidades, pensamientos y creencias del
individuo y por otra el respeto hacia todos quienes conforman su entorno, es decir,
tiene que ver con lo individual y lo colectivo y busca ante todo generar
satisfacción y armonía.
En el enfoque cognitivo, el
comportamiento asertivo consiste en expresar lo que se cree, se siente y se
desea de forma directa y honesta, haciendo valer los propios derechos y respetando
los derechos de los demás, Flores (1994).
Bajo esta visión debería ser bien visto el que un individuo pueda decir
cuando no se siente bien con algo, o manifestar su descontento con una
situación de abuso o injusticia, pero ¿realmente esto es así?, muchas veces
vemos como este tipo de comportamientos son socialmente rechazados por el
entorno, ya que aun en algunas organizaciones se tiene como costumbre el modelo
del trabajador sumiso, dependiente, obediente, callado, y cuando hay una
persona que expresa sus ideas, propone nuevas formas de hacer las cosas y
muestra sus habilidades hasta sus mismos compañeros lo rechazan.
La asertividad es vista y trabajada
como una habilidad personal, donde el individuo desarrolla competencias que le
permiten expresar sus ideas, defender sus opiniones, pensamientos y derechos
siempre tomando en cuanta elementos tan importante como el tono de voz, el
momento oportuno y el ambiente idóneo para que también se respete el derecho de los otros y no se nieguen ni
desconsideren los sentimientos y opiniones de los demás, nada fácil ¿verdad?;
vemos como esta conducta se limita por la pasividad en un lado y la agresividad
por otro, siendo la conducta asertiva el punto medio; por lo que es muy difícil
ser asertivos en todo momento, más bien lo ideal es conocer las características
de la asertividad y continuamente irse entrenando para adquirir esta
competencia que ayudará mucho en el desempeño personal en cualquier ambiente
donde nos desenvolvamos.
Las personas que hacen vida en distintos ambientes y ejercen
diversos roles pueden desempeñar en un día el rol de pareja, el rol de madre o
padre, el rol de hijo o hija, el rol de trabajadores y en todos estos la
asertividad podría ayudar a sentirnos mejor y a convivir armónicamente con
nuestro entorno. Sin embargo en el ambiente laboral cobra especial importancia,
pues diariamente debemos resolver
distintas limitaciones que se van presentando y que pueden eventualmente
ponernos ansiosos e irritables, es aquí cuando este entrenamiento debe ponerse
de manifiesto para que seamos capaces de tomarnos unos minutos y distanciarnos
de la situación para pensar cual debe ser nuestra forma de actuar. Muchas veces
la capacidad de observarnos y analizar nuestra conducta es una gran virtud
que nos permitirá controlar nuestros
impulsos y ser respetuosos con quienes comparten con nosotros.
Pick y Vargas (1990), afirman que para
ser asertivos es necesario aceptarse y valorarse, respetar a los demás,
permanecer firmes en las opiniones propias y comunicar con claridad y
directamente. Así pues, vemos como la autoestima y seguridad personal son
piedras angulares al momento de practicar la asertividad, cuánto más nos
conozcamos, nos valoremos y respetemos podremos en esa medida mostrar un
comportamiento respetuoso con nuestras creencias y valores, pero también con las
creencias y valores de los demás.
En relación con las organizaciones,
estas son definidas como un grupo
social compuesto por personas, tareas y administración que forman una estructura sistemática de relaciones de interacción, tendientes a
producir bienes o servicios o normativas para satisfacer las necesidades de una
comunidad dentro de un entorno, y así poder lograr el propósito distintivo que
es su misión, por esto en las organizaciones
nos encontramos con distintos tipos de personas, que, por supuesto vienen de
hogares diferentes y tienen modos muy particulares de ver la vida y de entender
la realidad, eso hace que sea sumamente complejo llegar a acuerdos, por lo que cultivar el
respeto hacia el otro y la asertividad se hace muy importante para lograr
avanzar en los objetivos propuestos y crecer tanto individual y colectivamente.
En la actualidad, la dinámica de vida
es cada vez más acelerada, esto hace que sea una responsabilidad personal trabajar
en nuestras competencias emocionales y conductuales, para poder fortalecernos y
contribuir activamente con nuestro entorno, en este sentido el acceder a
lecturas formativas sobre nuestro manejo emocional, tener la oportunidad de
participar en talleres y charlas que aborden estos temas, siempre será un
elemento adicional para mejorar a diario nuestro trato con otras personas, lo
cual tendrá consecuencias positivas en todo nuestro entorno y en especial en nuestro ambiente laboral.
Referencias
Flores, M. Asertividad, Conceptualización, Medición y su Relación con Otras Variables. Tesis Doctoral en Psicología. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
Pick,W y Vargas,T (1990). Yo Adolescente: Respuestas Claras a mis Grandes Dudas. México: IMIFAT/Limusa.