Antes del
descubrimiento, es decir la llegada de los colonizadores españoles, en nuestro
Continente, varios núcleos culturales indígenas alcanzaron un amplio y
extraordinario desarrollo. De estos, tres podrían considerarse los más
relevantes, por lo que llegaron a la civilización posterior de Hispanoamérica.
Dos de estas
culturas, los de habla Maya-Quiché y Azteca-Náhuatl, ocuparon lo que la ciencia
moderna ha denominado Mesoamérica, el tercero, bautizado imperio Incaico, se
conoce como civilización Quechua.
Tomando en
cuenta la variedad de información obtenida por diversas fuentes con respecto a
estas tres culturas, se pretende construir o consolidar las expresiones de ese
hombre que habitaba solo en esta parte de la tierra , cuáles eran sus
creencias, cómo era su manera de entender e interpretar el mundo. Se pretende
reunir el comportamiento de las tres principales comunidades de América Latina:
Los Mayas, Incas y Aztecas.
El imaginario
cultural indígena se desarrolla principalmente en cuatro valores primigénicos y
fundacionales de la concepción latinoamericanista de la cultura:
El primero
de ellos, es la Supremacía de la Tierra: La tierra es la dadora de vida, es la
que define la vida y es la que define la muerte, y es a ella la que se le debe
rendir tributo.
Luego, se
tiene la Superioridad Cósmica, se refiere a una organización astronómica, leen
el cielo, el sol, la luna y desde allí van a generar todo un saber, un sistema
de relación con la naturaleza que representa lo superior, lo divino.
Posteriormente, se tiene la Principia Teogónica: Ese hombre primigenio,
fundacional de esta parte del mundo, creía absolutamente en la naturaleza, no
tenía otra razón de ser. La naturaleza va a fijar su patrón y su forma de ver
el mundo: la concepción de ver la vida, la concepción del bien y del mal, la
constitución de la nada como valores originarios de la creación a partir de la
nada, el hombre le va a rendir tributo a ese Dios superior que va a fundar la
tierra, asimismo lo divino y lo terrenal, constituye un sistema de jerarquía
fundamental en ese pensamiento indígena, todo lo superior va definir ese
sistema arquitectónico de las construcciones de estas culturas. Por último se tiene las
Representaciones de los Valores Superiores: Se fundamenta por el valor de la
imagen, esa necesidad de representar todo para rendir tributo y se desarrolla a
partir del conocimiento teogónico pero fundamentalmente en el valor de la
naturaleza.
Partiendo de estas
definiciones se procede a estudiar estas culturas en toda su expresión. La
primera de ellas, cultura Maya, sistema lingüístico Quiché.
La civilización
Maya, ocupó geográficamente un vasto territorio de la región denominada
Mesoamérica, ubicaron su territorio desde Yucatán, Chiapas, Tabasco, Guatemala,
Belice y regiones occidentales, Honduras y el Salvador. Se establecieron en el
continente hacia los años 2000 o 1500 a.C. Se
desarrollaron como una de las culturas más importantes de la antigua
Mesoamérica.
En cuanto a la escritura, su alfabeto consistió en un
sistema de dibujos simbólicos y convencionales, fue el primer sistema de
escritura desarrollado en América. Escribían sus libros en un papel fabricado a
base de fibras vegetales. En sus orígenes, la economía maya no se
diferencia en mucho del resto de los pueblos indígenas americanos. Es una
economía recolectora y cazadora. En cuanto a la agricultura, el producto
central es el maíz, una planta cuyo origen se ubica precisamente en las tierras
altas de Guatemala.
Los servicios y funciones de gobierno estaban
jerarquizados. Existió la tradición de un consejo de ancianos, que no sólo
asesoraba a los gobernantes en el desempeño de sus atribuciones específicas,
sino que velaba por la conservación de las tradiciones en su totalidad.
La religión maya no se aparta de la tendencia dualista.
Igual que la náhuatl y la quechua, esta creencia representa la lucha de fuerzas
antagónicas: el bien y el mal. El Dios, quizás el más antiguo o el de mayor
transcendencia en la mitología maya, es Hunab Ku, es el creador del mundo, el
creador de los hombres a partir de la semilla del maíz.
Dentro de un orden de importancia seguiría Itzamná, hijo de
Hunab Ku, Dios del día, la noche y los cielos. Se le considera como el rey del
panteón maya, inventador de la escritura jeroglífica y de los códices. Por todo
esto se deduce que fue un dios creado por los mayas del viejo imperio y
trasladado hasta el imperio nuevo como un símbolo de la tradición, puesto que
era también el primer sacerdote.
La migración y el predominio tolteca presidido por el
pacifico Quetzalcóatl, cuya forma era de una serpiente emplumada (llamado Ku
kul Kan entre los mayas), desarrolló el gusto por la guerra florida y por la
muerte a través de los sacrificios. Se desarrollaba el juego de la pelota y las
danzas rituales.
Con respecto a lo anterior, hablando en línea general de los
Mayas, es importante mencionar que el punto fundamental de esta investigación
es el texto fundacional de la cultura maya, El Popol Vuh.
Cuenta la historia fundacional de los mayas. Recoge toda
una narración que se va a conjugar por la constitución de la nada, del vacío,
del silencio como valores originarios de la creación, es un concepto
importantísimo en el texto porque a partir de ese silencio, de esa nada se
genera vida para poblar, para crear un testimonio que le permitiera conectar al
hombre con la superioridad cósmica y la principia teogónica que se debe sembrar
en la conciencia del hombre para que responda a su testimonio creador y
rendirle tributo a ese Dios superior que va a crear la tierra. (…) He aquí el
relato de cómo todo estaba en suspenso, todo tranquilo, todo inmóvil, todo
apacible, todo silencioso, todo vacío, en el cielo, en la tierra. He aquí la
primera historia, la primera descripción. No había un solo hombre, un solo
animal, pájaro, pez, cangrejo, madera, piedra, caverna, barranca, hierba,
selva. Sólo el cielo existía” p.9.
El texto está dividido en cuatro partes, las cuales va
subdividida en capítulos.
La primera parte del Popol Vuh, se refiere fundamentalmente
al origen del mundo a partir de la nada, del silencio, de la inmovilidad,
entendiéndose como lo más importante porque es lo fundacional. Sólo se afirma
que existía el cielo y la tierra, en plena penumbra inmóvil, salvo los
progenitores que estaban en la profundidad del mar, rodeados de luz y quienes
se concibieron como dioses. Estos hablaron y ordenaron el retiro de las aguas,
surgió la tierra. Luego florecieron los primeros vegetales y fueron creados los
primeros animales del bosque, pero viendo los dioses que no eran glorificados
decidieron fabricar otra criatura diferente que fuese capaz de rendirles culto:
el hombre.
La creación del hombre se probó primero a partir del barro,
pero al contacto con el agua se deshacían, se hacían inconsistentes y no
emitían movimientos. Posteriormente, se probó hacerlos de madera, estos hablaron,
se reprodujeron, poblaron la tierra, pero les faltaba inteligencia y no sabían
agradecer su creación. Estos fueron destruidos a través de un gran diluvio y
aquellos que no lograron ser destruidos se convirtieron en monos.
Como segunda parte, se inicia con una explicación sobre el
origen del padre de Hunahpù e Ixbalanqué, dioses cuyos nombres significaban
textualmente: Hunahpú: cazador; Ixbalanqué: tigre pequeño o brujo. Ambos eran
sabios en la adivinación. Otras divinidades van demostrándose a través del
relato, en esta segunda parte se encuentra ese desarrollo generacional para
demostrar la superioridad de los dioses.
La tercera parte, es el testimonio cultural más importante,
la creación del hombre, el de maíz. Necesitaban un hombre para que adorara a
los Dioses, para que les rindieran tributo, para que les reconociera, para que
le enseñara al hombre y a las generaciones futuras quién habían sido los
creadores. De esta manera, empieza toda esta teoría, de las mazorcas
blancas nacen las mujeres y de las mazorcas amarillas nacen los hombres; es
así, como nacen las cuatros parejas creadoras: Balam- Quitzé, esposo de
Caha-Paluna; Balam- Acab esposo de Chomihá; Mahucutah esposo de Izununihá,
Iqui- Balam esposo de Caquixahá. Estos cuatro hombres si gozaron de todas las
privilegios humanos y supieron glorificar a sus creadores.
Las cuatro
parejas vivieron primero en Talán, en el Oriente; de ahí se fueron en viaje por
sobre las aguas hasta los territorios del Quiché. De estos descendieron todos
los miembros de las tribus quichés, es decir desarrollaron a toda la
civilización Maya.
Finalmente,
se tiene la cuarta parte. Esta nos permite ver el fortalecimiento o
consolidación de estas civilizaciones y estos grupos expuestos desde su primer
hombre y su primera mujer. Grupos que se extendieron por toda la faz de la
tierra, que luego se encontraron, familias que se asociaron, que generaron
conflictos y que se desarrollaron por el predominio de su territorio.
Sin duda
alguna el Popol Vuh fue un libro sagrado de los quichés de Guatemala, en el
cual se expresaba el origen del mundo y de la raza maya, con la historia de los
reyes. Contiene toda una mezcla de cosmogonía, religión, mitología e
historia así como sus grandes
cualidades literarias lo podrían colocar a la altura de grandes obras épicas.
Sin embargo el Popol Vuh no se queda sólo como un reconocimiento heroico o
histórico, más bien su temática pretende llegar más lejos, pues su objetivo
principal es el de explicar a un pueblo la naturaleza del mundo (creación y
formación), así como el papel que los Creadores dieron al hombre en él.
Como
segunda civilización se tiene la cultura Azteca- sistema lingüístico Náhuatl.
Como punto referente se toma la creación de los dioses.
Es difícil
precisar con exactitud la fecha en que estos inmigrantes ocuparon áreas del
valle central de México. Esto se debe a que desde el siglo XI numerosos
indígenas invaden aquella región sagrada, donde había tenido base el mundo de
los Toltecas. Desde su partida de Aztlán, fijada hacia 1168, los aztecas
sufren peripecias innumerables. Se instalan en la ribera del lago de Tezcoco. Terminan
por ser los fundadores de la más fastuosa ciudad del valle: Tenochtitlan, la
actual ciudad de México. Estos guerreros de ser humillados pasan a dominadores.
Todo este
largo proceso tiene una base religiosa: Alrededor de esta comunidad vamos a
encontrarnos con historias, pero la más interesante es la de su fundación, cómo
se desarrolla, cómo se origina y alrededor de todo su patrimonio teogónico. En
general, puede establecerse que el origen de los dioses nahuas parte de un
principio divino llamado Dios de la Dualidad, es decir, existió una pareja de
dioses, uno masculino y otro femenino. Sus nombres eran Ometecuhtli y
Omecíhualt, los dos fueron calificados como Señor y Señora de nuestra carne y
de nuestro sustento, son seres creadores de los demás dioses y simbolizan la
fertilidad, porque son origen de la vida y de los alimentos para mantenerla.
La pareja
divina engendró cuatros hijos a quienes encomendó la creación de los hombres y
los mundos. Estos cuatro hijos fueron llamados en común: Tezcatlipoca Rojo,
determinaba el Oriente; Tezcatlipoca Negro o Norte; Tezcatlipoca Blanco fue
Quetzalcóatl correspondiente al Oeste, y por último, el Tezcatlipoca Azul,
representó el Sur, lugar de guerra y fue Huitzilopochtli. Fundamentalmente se
hace referencia a toda una visión cósmica y al predominio de esa estructura
jerárquica y conexión que hay entre el hombre y la naturaleza.
Quetzalcóatl
el dios primitivo, quizá el primer hijo de la pareja divina. Dios-sacerdote,
significa en Náhuatl serpiente
emplumada, representa el (Dios blanco, rubio, barbado de ojos azules) que
creó a los hombres. Dador de vida a través de sacrificios, es el guía de su
pueblo, se fundó en sacerdote máximo. Estableció las artes, enseño los oficios,
fundo la educación. Vivió en castidad, hasta que otros dioses, entre ellos
Tezcatlipoca, hermano de Quetzalcóatl su enemigo, lo hace embriagarse y conocer
el sexo, por lo cual hubo de huir.
Otro dios
importante es Huitzilopochtli, sacerdote-caudillo, Dios solar. Señor de la
guerra religiosa y exigente deidad que ordena inmolar en los altares cuerpos
humanos de guerreros sagrados. Este dios para estar siempre en condiciones de
combatir necesita alimentarse de la sustancia mágica que esta diluida en la
sangre de los hombres, estos entonces, tienen que combatir y tomar prisioneros
para sacrificarlos en su honor. De allí el acto de los sacrificios humanos que
fueron naturales entre los aztecas.
Esta
civilización, además de matar en función a sus dioses, la significación de la
sangre era para alimentar a sus deidades, esa sangre era una manera de
recordarles la vida que ese dios les dio. Todas las noches este dios Sol se
enfrentaba en la guerra y en las mañanas salía limpio, perfecto e imponente.
Esa sangre era para agradecerle, porque ellos entendían que esa lucha que tenía
todas las noches era en función de la vida del hombre y la única manera de
regresárselo era dándole la vida también a partir del sacrificio.
En ambas
culturas se va a encontrar una misma estructura, patrimonios teogónicos y una
mediación semi divina que desarrolla la solicitud a los dioses, el desarrollo
de la humanidad, por tal razón no se dará mayor explicación sobre estas
organizaciones. Otro aspecto importante de mencionar es la fundación de
Tenochtitlan. Esta cultura, por mandato de su dios Huitzilopochtli dejaron sus
establecimientos y comenzaron un viaje en búsqueda de nuevas tierras para
fundar su cuidad. Lo único que ellos sabían era que su dios les daría una señal
cuando hubiesen llegado al lugar correcto, ésta representaba la imagen del
águila sobre un nopal devorando una serpiente, signo fundacional de
Tenochtitlan. Finalmente, encontraron
el sitio señalado por Huitzilopochtli en un islote del lago de Texcoco.
Asimismo se
tiene la tercera civilización, cultura Inca-sistema lingüístico Quechua. Al
hablar de esta civilización es imposible no relacionarlos con montañas, el
viento, el cielo pero fundamentalmente con un símbolo que los representa, el
sol. Son los llamados hijos del sol.
Los Incas
eran un pueblo que vivía en la parte occidental de la América del Sur. Con la
extensión del imperio, ésta fue absorbiendo nuevas expresiones culturales de
los pueblos anexados y se ubicó en los actuales territorios del Perú,
Argentina, Bolivia, Chile y Ecuador. En línea general, el Imperio se
extendía desde el norte del Ecuador a la parte central de Chile y desde los
Andes hasta la costa. Los Incas fueron una tribu Peruana procedentes del Sur y
fueron situados en la ciudad sagrada del Cuzco.
Los quechuas consolidaron
un estado que logró sintetizar los conocimientos artísticos, científicos y
tecnológicos de sus antecesores. Los Incas
organizaron su economía en base al control de diferentes zonas productivas: La
sierra, la puna, la costa y el borde de la selva. La economía Inca estaba
dirigida por el estado, era sobre todo agrícola y dio solución a los problemas de
alimentación, vestido, vivienda y seguridad social de una población cada vez
más numerosa.
Desarrollaron un
estilo altamente funcional de arquitectura que se distinguió principalmente por
sus técnicas avanzadas de planificación territorial, y refinada arquitectura de
piedra. Los ejemplos más típicos de la arquitectura inca se encuentran en
la ciudad que fue su capital, Cuzco, donde destaca Sacsayhuamá. Machu
Picchu, el más imponente asentamiento urbano del Imperio Incáico, cuyo
nombre significa "cerro viejo", está enclavado en los Andes a
2.045 msnm extendiéndose por sus cuatro cerros. Entre los templos más
importantes que se conservan de esta civilización, cabe citar la de la Casa
del Sol en la isla del Lago Titicaca; el templo del Sol o Coricancha en
el Cuzco y el templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu.
La
religión Incaica era politeísta, dado que el Imperio de los Incas estaba
conformado por muchas naciones o etnias donde existía una gran cantidad de
dioses andinos. La mayoría de las religiones de los pueblos que constituían el
Imperio Inca tenían rasgos comunes, como la existencia de un Dios principal
Inti o llamado "Sol” como elemento primordial ya que, el sol es dador de
vida, es el alimento para que la naturaleza produzca cada una de las
herramientas que ellos necesitaban y es la muestra del cielo como mundo
esencial. Asimismo tenían a Pachamama (adoración a la tierra) y un Viracocha
(adoración a un Dios Creador), dioses más populares del imperio Inca. Es
importante resaltar, que para estar civilización el sacrificio humano no va
hacer punto de adoración, se sacrificaban animales a nombre de los dioses pero
no al hombre.
Como el
resto de las culturas indígenas de América, la quechua fue una civilización
asentada por los padres fundacionales: Desde el lago de Titicaca salieron con
una hoz en la mano Manco Cápac y Mama Ocllo quienes peregrinaron hasta hallar
un sitio donde la hoz se sumergió en la tierra. Y en ese sitio el Cuzco,
sentaron las bases imperiales. Esta pareja representaban una fusión de las
divinidades solares y lacustres e implican, como en el caso de la pareja divina
de los nahuas, una deidad mixta, fecunda y creadora. Esta pareja fundacional
son hijos directos del Dios sol, quien quería que la civilización se
estableciera, que tuvieran patrones sociales porque se comportaban de manera
irracional, esta cultura, antes de la llegada de los incas realizaban
sacrificios entre ellos sin ninguna razón, por ello, el dios sol les envió esta
familia fundacional para darle esos patrones.
Mama Ocllo
enseño a las mujeres los más diversos oficios; Manco Cápac, transmitió a los
hombres las artes de la piedra, los oficios de la tierra, el rígido sentido
moral de una vida generalizada. Aquí se tiene la condición fundacional por
condición divina. La hoz en la mano representa el símbolo fundacional del
imperio Incaico que se asienta en el Cuzco. El desarrollo de esta historia, se
debe al español-Inca, Garcilaso de la Vega, hijo de un capitán español y una
princesa Incaica, quien se dedica a recoger la historia.
Entre las
obras representativas de la cultura Inca se tiene el teatro quechua, lo que
para otros pueblos fue poemas épicos. Crearon una serie de obras con el
fin de instruir al pueblo en el respeto a la obediencia incaica y el amor al
trabajo de aprovechamiento colectivo. Entre los temas centrales se incorporaban
el amor, ejemplificación de virtudes sociales o individuales, costumbres dignas
para proyectarse como enseñanzas o desengaños públicos para castigar la
mentira, la cobardía, la rebeldía o desobediencia.
La de mayor
perfección artística y de transcendencia histórica fue Ollantay, escrito
originalmente en lengua quechua, consta de tres actos escritos en verso,
lenguaje estrictamente poético. La obra muestra un producto de la
estructura social, un fin didáctico. Historia que permite ver en principio, la
concepción de respeto en función de esa organización social y reconocer al Inca
como la autoridad suprema y en función de ello tomar las acciones pertinentes.
Igualmente,
otra obra excepcional de la cultura Incaica es Comentarios Reales, es un libro
histórico literario por el Inca Garcilaso de la Vega, historia que se acerca
más al testimonio vivo fundacional del Inca. En la primera parte, se trata
básicamente sobre el Perú prehispánico y se complementa en una segunda parte,
historias generales del Perú que abarca la conquista española y el inicio de la
colonia. Es la primera obra de la Literatura Latinoamericana. Como segundo
planteamiento se tiene las representaciones simbólicas de estas culturas, para
esto, sólo se explicara los códices del originario fundacional de la cultura
Azteca.
Los códices
son una manifestación escrituraria de la época, en éstos vamos a encontrar
representaciones simbólicas y como pueden ser interpretadas como un signo
literario, como un signo de representación ficcional. Estos códices son
representaciones teogónicas donde a través del dibujo se puede evidenciar en su
coloración, en sus formas la vinculación con la naturaleza y todos esos
elementos unidos que muestran una idea de lo que era la expresión de una
cultura etnográfica.
Como primer
encuentro literario que van a dejar estos ancestros, representado por un
conjunto de producciones de una cultura, de una época son los códices como símbolos, signos y protones culturales.
Para la
época, la escritura era muy abstracta, por ello, cada símbolo o cada forma que
representaba los diferentes dioses simboliza algo, simboliza sus pensamientos y
la concepción que tenían en cuanto a estos dioses. Como se mencionó
anteriormente, en los aztecas hay una pareja fundacional, lo cual engendró a
cuatro hijos, estos en los códices van a estar representados similarmente pero
sus colores lo van a determinar, se habla del Tezcatlipoca blanco, Tezcatlipoca
azul, Tezcatlipoca negro y el Tezcatlipoca rojo.
En los
códices se va a identificar fundamentalmente la principia teogónica, es decir,
se logra identificar quienes fueron los padres fundacionales en cada cultura,
cómo fueron representados sus hijos y cómo fueron sus vidas a través de la
sociedad. Cabe destacar, que los dioses van estar presentes en cada una de las
páginas que contiene los códices en representación como símbolo de poder en
honor a ellos, pues eran la razón de cómo se actuaba y como se vivía.
En esta
civilización azteca se conoce cuatro códices: Códice Borbónico, Códice Boturini
o Tira de Peregrinación, Códice Mendocino y el Códice Borgia.
En líneas
generales, es importante resaltar, la representación de la literatura en cada
una de estas culturas: maya, azteca e inca. Al estudiarlas se observa como la
literatura enriquece el conocimiento de una etapa de la historia expresada con
la belleza y sentimientos sobre sus ideas y pensamientos, que se muestran en cada
una de sus obras fundacionales, siendo estas de una incomparable originalidad y
de una particularidad literaria.
La vida de
estas civilizaciones estaba completamente regida por su religión, creencias y
Dioses. Tuvieron un fin a la llegada de los españoles, colonizadores pero, sin
embargo, su cultura fue tan rica en toda la expresión que incluso luego de su
desaparición es observable, estudiada y analizada su influencia dentro de las
culturas actuales en toda América.
Si bien es
cierto que actualmente constituyen culturas profundamente transformadas es
notable observar como su imaginario cultural nos invita al reconocimiento de
sus derechos culturales y su lugar en la cultura de américa latina. Hoy en día
gracias al cambiante panorama y a las nuevas legislaciones nacionales existe un
sistema institucional para que estos derechos se hagan realidad, se desarrolle una auténtica ciudadanía
cultural, y se establezca una nueva relación entre los estados nacionales y los
pueblos indígenas del continente.
Referencias
Bibliográficas
Urdaneta, S.
(1986). Literatura Hispanoamericana, Manual-Antología. Venezuela. [Consulta:
2016, Abril 09]