Por Dr. José R. Armas G.
Einstein tenía razón: “El principio de la locura es creer que, haciendo lo mismo, obtendremos resultados diferentes”.
Por la propia naturaleza del cerebro y de las estructuras de aprendizaje, tendemos a rechazar aquello que no es convencional, que no corresponde a lo que estamos acostumbrados a hacer: Que no se enmarca en el paradigma que conocemos. El Efecto Paradigma o Parálisis Paradigmática: Según Joel Barker, este fenómeno consiste en “Ajustar la información proveniente de la realidad a la percepción que se basa en arquetipos mentales, rechazando todo lo que no se acomoda a los paradigmas”.
Revisemos el concepto. La palabra paradigma viene del griego paradeigma que significa modelo, patrón. Thomás S. Kuhn en su libro “La Estructura de las Revoluciones Científicas” (1962) considera que el paradigma es un ejemplo o un esquema básico de interpretación de la realidad, que ha sido verificado por un proceso de investigación científica, es decir aplicando leyes, teorías, modelos, métodos y técnicas, aplicando e instrumentando; y, sobre la base de este ejemplo se proporcionan modelos científicos. Además menciona que si un investigador comparte un paradigma con otro es obvio que ambos estarán regidos por los mismos patrones en la práctica científica.
Por otra parte, Adam Smith en “Los Poderes de la Mente” precisa que el paradigma es “un conjunto compartido de suposiciones”. De esta definición podemos desprender que un paradigma ayudará a crear una visión del futuro. “Cuando estamos en medio de un paradigma, es difícil imaginar cualquier otro paradigma”.
En “Guía Incompleta para el Futuro”, Willis Harmon dice que un paradigma es “la forma de percibir, pensar, valorar y actuar con base en una visión particular de la realidad… que se transmite a generaciones sucesivas más por experiencia directa que por medio de la enseñanza”.
De acuerdo con Joel Arthur Barker (1998: 35) el paradigma es “un conjunto de reglas y disposiciones (escritas o no) que hace dos cosas: establece o define límites, e indica cómo comportarse dentro de los límites para tener éxito”; en otras palabras, es como un juego porque necesita que se establezca el territorio sobre el que se debe jugar y se dicten las reglas de juego.
Un paradigma es un modelo que tiene un marco delimitado, que es el punto de vista, y enseña como desenvolverse dentro de ese marco; ó, un modo particular de ver el mundo, de interpretar la realidad, a partir de una determinada concepción filosófica
Los paradigmas actúan como filtros fisiológicos, de manera que nosotros literalmente vemos el mundo a través de nuestros paradigmas. En el contexto del paradigma, significa que todo dato que existe en el mundo real y no se ajusta a su paradigma tiene dificultades para pasar por sus filtros. Por tanto, lo que en realidad percibimos en esencia está determinado por nuestros paradigmas. Lo que a una persona con un paradigma puede resultar muy notorio, perfectamente obvio, puede ser casi imperceptible para otra persona con un paradigma diferente. En esto consiste el efecto paradigma.
Ahora bien, en este escrito no se pretende determinar cuál es o ha sido el paradigma predominante en investigación universitaria en Venezuela. Si es el Positivismo o el Naturalismo, tampoco si es bajo el método cuantitativo o cualitativo, lo que se busca es reflexionar sobre la producción de conocimiento como ejercicio de la investigación de nuestra universidades y centros de investigación. El efecto paradigma pareciera hacerse presente en nuestras universidades, cuando observamos cuadros en donde se refleja la producción de conocimiento citable, se aprecia un bajo índice porcentual en las universidades y centros de investigación venezolanos, esto puede ser producto de múltiples variables, sin embargo, en mi transitar por varios postgrados en distintas universidades públicas y privadas nacionales, los resultados de mi investigación me conducen a pensar que la formación de investigadores y por ende la investigación, sólo se entiende como un requisito para optar a un grado académico, vale decir, que quien investiga en el pregrado o postgrado, culmina sus funciones como investigador cuando obtiene el título y el producto de sus investigaciones se convierte en adornos de las bibliotecas, a la espera que otro nuevo investigador lo cite como antecedente de investigación.
Veamos el siguiente cuadro:
En mi última consulta a la fuente, en julio de 2012, los datos mantenían una tendencia al decrecimiento, de allí la analogía con la parálisis paradigmática en investigación.
Un paradigma puede ser negativo y positivo; negativo si este está tan arraigado en la cultura organizacional de nuestras universidades que impide procesos de cambio y desarrollo, él da la impresión a todo el personal docente y de investigación que todo marcha “relativamente” bien , si todos siguen trabajando bajo este modelo esta “relativa” tranquilidad parece muchísimo más beneficiosa que el riesgo de no trabajar con él.
“Cuando los responsables de investigación sienten tranquilidad en su trabajo, aunque no alcancen altos índices de eficiencia y efectividad optarán por el antiguo paradigma y el océano inmenso y profundo de nuevos modelos técnicas y herramientas de gestión de investigación, innovación y desarrollo será fácilmente desechado”.
Un paradigma puede ser positivo si se encuentra cimentado en una cultura organizacional que apoya la creatividad, innovación, investigación y desarrollo y mucho más que eso, apoya el mejoramiento continuo, apoya la búsqueda de mejoras y apoya los cambios permanentes como el único camino a la eficiencia y efectividad constante.
La parálisis que afecta a una universidad es como un virus letal, que consiste en un status quo, es decir, no sucede nada durante un tiempo determinado, eso verdaderamente es lo más perjudicial que le puede ocurrir a una organización comprometida con la investigación para la producción de conocimiento. Si consideramos la vertiginosa y acelerada máquina del cambio a nivel global esta parálisis es más que una simple enfermedad…, es un virus.
Un virus se multiplica negativamente dañando las células, sistemas, subsistemas y órganos, para finalmente terminar con la vida de dicho organismo. A través de este simple ejemplo visualizamos lo que ocurrirá a una organización que padece del virus “Parálisis Paradigmática”. En este sentido ocurrirá lo siguiente: cada facultad, escuela, dirección, centro de investigación, departamento seguirá trabajando de acuerdo a su Paradigma sin darse cuenta de los daños que corroen la universidad hasta el punto de que no es viable financiera, humana y materialmente sostenible. Cuando se llega a ese nivel no existe ninguna alternativa de solución, prácticamente se está fuera del sistema, ya que el sistema externo, el mercado, las empresas, la sociedad están organizado de una forma muy diferente a como está siendo manejada la universidad por dentro.
“Quienes dicen que algo no puede hacerse deben apartarse del camino de quienes están haciéndolo” (Anónimo)
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