En la
actualidad existe una situación climática que está afectando al mundo entero,
la evidencia de ello está reflejada en el aumento del promedio mundial de la
temperatura de la atmósfera y los océanos, por consiguiente, como consecuencia
del incremento de dicho elemento, se genera la disminución de las masas de
hielo (casquetes polares y glaciares de montaña), que a su vez desencadena otro
escenario alarmante que corresponde al aumento
del nivel del mar 0,77 mm por año, según Caballero, M. (2007); también se han
registrado modificaciones en el régimen pluviométrico donde se intensifican
tanto los períodos de sequía como los de lluvia, todas estas condiciones
asociadas directamente al calentamiento del sistema climático global.
A su vez el
calentamiento de la atmósfera se atribuye a un fenómeno que se debe a la acción
de determinados gases que componen la atmósfera terrestre, estos retienen una
fracción de la energía que el suelo emite al ser calentado por la radiación
solar, este fenómeno denominado “Efecto Invernadero” es fundamental para el
desarrollo de la vida en la Tierra, ya que permite mantener una temperatura promedio
de 15°C, creando condiciones favorables para lo antes mencionado.
En relación
a lo explicado surge la siguiente interrogante ¿es el efecto invernadero el
responsable directo del incremento de la temperatura de la atmósfera?, según
las características expuestas parece indicar que sí, pero dicho efecto es un
mecanismo natural que posee la Tierra para regular este elemento que lo
diferencia de otros planetas, por lo tanto no es correcto calificar este efecto
como el total responsable del incremento de la temperatura en las últimas
décadas; sin embargo existen causas que modifican este fenómeno.
De acuerdo
con el Consenso Científico Climático del año 2013, el efecto invernadero ha
aumentado por la emisión de gases producto de la quema de combustible fósil,
procesos industriales, entre otros; que conlleva al incremento de la concentración
de gases de invernadero que desencadenan una mayor retención de energía y a su
vez aumenta el calor en la superficie terrestre; en otras palabras, el calentamiento global se
debe a la intensificación o perturbación del efecto invernadero por la actividad humana.
Por otra
parte, Venezuela no escapa de esta realidad, pues también colabora en el
deterioro de la atmósfera por actividades humanas, según datos expuestos por Sánchez,
J. (2007), las proporciones de fuentes
de emisiones de gases se distribuye de la siguiente manera: 55% quema de
combustible, 22% fugas o venteos de gas en la industria petrolera, 15%
agricultura, 5% procesos industriales, 3% desecho. Como se identifica en los
montos, el mayor porcentaje de emisiones de gases lo obtiene la quema
combustible, seguido de las fugas de gas y en menor proporción corresponden a
la agricultura, procesos industriales y la producción de desechos; es
importante destacar que cada fuente generadora de gases contaminantes varía
dependiendo del desarrollo de los países y la actividad en la que se base su
economía.
En
concordancia a las proporciones de fuentes de emisiones de gases por parte de
Venezuela, sus características en cuanto a consecuencias por el calentamiento
global son particulares en relación a otros países, lo que implica según
Sánchez, J. (2007), es que los incrementos de temperatura estimados en las
próximas décadas, de acuerdo a los modelos de simulación del clima, en el orden
de 2 a 3 ºC, tendrán serias consecuencias sobre el bienestar económico y social
del país, ya que la salud humana, así como los recursos de agua, la producción
de alimentos, los ecosistemas y los asentamientos humanos son muy sensibles a
las variaciones del clima, y se verán afectados.
De modo
que, es necesario resaltar la importancia de los efectos del calentamiento
global para el país, ya que el mismo es vulnerable ante la perturbación del
sistema climático que se evidencia hoy en día. Algunos de los factores que
determinan esta vulnerabilidad son: El 60% de la población se ubica en la zona montañosa
andino-costero de clima semiárido y subhúmedo-seco, y es dependiente de
embalses para el abastecimiento de agua, cuya recarga depende del régimen de
lluvias.
Por otra
parte, la producción agrícola nacional es muy susceptible a las variaciones de
la distribución estacional de las lluvias, adicionalmente los cultivos pueden
verse expuestos a otros efectos secundarios como incendios aparición de plagas.
También la producción animal se ve
afectada por ser susceptibles ante ligeras a las variaciones de calor.
A su vez,
los eventos de precipitaciones intensas en zonas montañosas, han dejado
marcadas consecuencias en cuanto a desastres naturales, ya que estos terrenos
son propensos a deslizamientos de tierra, con la preocupación que en estas
zonas se ubica la mayor parte de construcciones improvisadas, característica
que los hace más vulnerables ante tal situaciones.
Asimismo, como
consecuencia de lo antes expuesto, se verá comprometido el servicio de energía
eléctrica de todo el país, debido que al reducirse las precipitaciones, también
disminuyen los niveles de agua en las centrales hidroeléctricas, lo que no
permite el desarrollo óptimo de las mismas para que se genere suficiente
energía para el suministro del territorio.
Finalmente, es importante destacar que es un
hecho que el planeta se encuentra experimentando principalmente las
consecuencias de las actividades humanas, siendo una clara evidencia las
alteraciones del clima que es un factor sumamente importante para el desarrollo
armónico de la dinámica global; de aquí parte la importancia de las políticas
internacionales que intentan disminuir el impacto de la acción antrópica en la
atmósfera, ya que las condiciones actuales y los pronósticos amenazantes
afectan todo el mundo, siendo imperante la necesidad de generar soluciones.
Sin embargo,
la responsabilidad de generar soluciones no es exclusiva de los entes
gubernamentales, se pueden realizar actividades cotidianas que contribuirían
con la disminución de gases contaminantes que alteran el afecto invernadero, en
concordancia con Bird y Molinelli (2001) las actividades recomendadas serían, hacer
uso eficiente de los automóviles, hacer mayor uso de la energía solar, limitar
el uso del agua, reciclar envases de aluminio, plástico y vidrio, así como
papel y cartón, sustituir aerosoles, entre otros; todo con la finalidad de
intentar disminuir la contaminación y por ende reducir los efectos del
calentamiento, por ello la necesidad de concientizar acerca del tema, ya que
los resultados de estas alteraciones no son favorables para el desarrollo de la
vida.
Referencias
Bird, L y Molinelli, J. (2001). Calentamiento
Global y sus consecuencias. Derechos reservados.
Caballero, M y Lozano, S. (2007). Efecto invernadero, calentamiento global y cambio climático: una perspectiva desde las ciencias de la Tierra. México. [Artículo en línea] Disponible: http://www.revista.unam.mx/vol.8/num10/art78/oct_art78.pdf
Sánchez, J. (2007). Antecedentes
Científicos del Cambio Climático y sus
Consecuencias en
Venezuela. Caracas, Venezuela. [Artículo en línea] Disponible: http://www.camaraseg.org/archivos/evento/Antecedentes_Cientificos_del_Cambio_Climatico_y_Consecuencias_para_Venezuela.pdf
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