Por el Dr. José R Armas G
1. Introducción
Hacer una
breve reflexión –no necesariamente compleja ni filosóficamente profunda- acerca
de la naturaleza del cambio tecnológico y su relación con el crecimiento
económico de las naciones es el objetivo del presente trabajo. En especial,
aquellos aspectos que explican la relación entre la tecnología, la innovación y
la competitividad de las naciones fundadas en sus organización manufacturera y
de servicios.
En la
actualidad las condiciones de competencia en una etapa particular del
desarrollo industrial llamada “globalización”, pone de manifiesto la
importancia del cambio e innovación tecnológica, por su contribución en el
incremento de la productividad, el mejoramiento de la calidad, la disponibilidad
y seguridad de los productos, procesos y métodos de trabajo, y en general,
también al crecimiento económico de los países (Abramovitz, 1989 y Romer,
1990).
El cambio
técnico es un rasgo propio de la naturaleza del sistema económico en el que se
introducen cambios en productos y en procesos, en distintas empresas e
industrias. Su importancia en el desarrollo económico no es nueva, lo que
parece reciente son las formas y modalidades para innovar, y el análisis que se
hace para explicar su dinamismo y naturaleza (Jasso, 1999). Estos cambios o
innovaciones pueden ser, según Carlota Pérez (1992) de dos tipos, innovaciones
radicales e innovaciones graduales (incrementales). La innovaciones radicales
llevan al reemplazo de un producto por otro; un proceso por otro, una técnica
de producción por otra, más aún, a la creación de nuevas ramas de industrias o
de servicios.
Los
dos o tres decenios posteriores a la segunda Guerra Mundial encontramos
abundantes ejemplos de cambios técnicos drásticos reflejados en una sucesión de
mejoras y de nuevos productos, proceso y sistemas tecnológicos que condujeron a
transformaciones fundamentales en las condiciones de trabajo, en el estilo de
vida y en la estructura de producción de un país a otro.
Sin
embargo, a partir de la década de los años setenta se ha presentado una
situación más compleja. Al igual que antes se han introducido numerosas
innovaciones incrementales y en especial radicales; se han desarrollado
sistemas tecnológicos totalmente nuevos, asociados con la microelectrónica y la
biotecnología. Empero, el desempeño en materia de crecimiento económico mundial
no ha seguido el mismo ritmo.
En la
mayoría de los países en desarrollo se está llegando a la conclusión de que
para encontrar una vía aceptable de crecimiento no es suficiente un ajuste
macroeconómico sino que es necesario un cambio estructural. Un cambio
estructural que logre armonizar, que logre acoplar el marco institucional a la
naturaleza del cambio técnico.
2. El cambio tecnológico
Esta idea
sobre el proceso de investigación y desarrollo para llegar a la innovación está
inspirada, fundamentalmente, en Joseph Schumpeter, economista y sociólogo
austriaco (1883-1950), quien logró gran influencia en el pensamiento económico,
fue él quién introdujo en el análisis, el concepto de innovación para referirse al proceso de crecimiento económico
mediante la “destrucción creativa” que producen las mutaciones en el sistema
económico.
Señala que
los procesos de innovación están estrechamente relacionados con los ciclos
económicos, su epicentro se pueden localizar en ciertas industrias y, dentro de
estas industrias, en ciertas empresas a partir de las cuales las innovaciones
se expanden por todo el sistema económico (Rosenberg, 1982, Freeman 1988 y Del
Valle, 2000)
En este sentido al explicar el concepto de innovación con
base en la distinción schumpeteriana, Carlota Pérez (1986) señala que:
La invención de
un nuevo producto o proceso ocurre en lo que podríamos llamar la esfera
científico técnica y puede permanecer allí por siempre. La innovación es un
hecho económico. La primera introducción comercial de una invención la traslada
a la esfera técnico-económica como un hecho aislado cuyo futuro será decidido
en el mercado. Si tiene éxito, según el grado de apropiabilidad y el impacto
que tenga sobre la competencia o sobre otras áreas de la actividad económica,
dejará de ser un hecho aislado. Lo que más interesa es entonces el proceso de
adopción masiva. La difusión es lo que en última instancia transforma lo que
fue una invención en un fenómeno económico social (Del Valle 2000:29)
Fig.
2.2. No linealidad del conocimiento
El
análisis de Schumpeter por su sentido de perspectiva histórica, las
distinciones conceptuales entre invención, innovación y difusión, y su
reconocimiento de la importancia vital de los nexos entre las innovaciones organizacionales, administrativas,
técnicas y sociales; la manera de concebir las innovaciones, como olas que
producen “explosiones” y no como movimientos suaves, la concentración de
innovaciones en determinados sectores y de su desigual distribución en la
economía permiten sentar las bases para el análisis de la innovación
tecnológica a nivel macro, es decir, en forma general y agregada.
Considera
el proceso de cambio tecnológico en un sentido amplio, como el elemento
propulsor del cambio económico, en un proceso discontinuo y a grandes saltos
que separa la innovación de la invención y de la difusión. Destaca solo los
grandes descubrimientos que se consideran innovaciones determinantes de los
cambios desde dentro de la industria, dejando fuera de su análisis el carácter
innovador de los pequeños hallazgos en la empresa (Del Valle 2000:28) [1]
, es decir, deja fuera del análisis la posibilidad de la innovación cotidiana y
endógena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario