por Verónica Engler
Verónica Engler |
"Para hacer tecnología, antes hay que superar las obstrucciones ideológicas de los investigadores"
De chico fue considerado “infradotado”. Terminó en un reformatorio y allí, a los 16 años, escribió su primera obra de teatro. Doctor en matemática, lingüista y antropólogo cultural, Joos Ulrich Heintz, de origen suizo, es investigador del Conicet y docente en la UBA. Su obsesión es vincular la ciencia con el desarrollo: fue cartonero y manejó una planta recicladora de la Ceamse.
–¿Cuándo comenzó su afición por la matemática?
–En el primario fui un desastre y en el secundario también, odiaba la matemática. Creo que el talento para la matemática no existe, uno tiene que tener ganas o no, pero matemática puede aprender cualquiera, hasta yo (se ríe). Si yo tengo algún talento es para los idiomas, me resulta muy fácil aprender idiomas, trabajar con textos, lo hice toda mi vida. A los once años empecé a escribir literatura, no me perfilaba para nada como científico, sino como escritor y actor.